Amaicha del Valle es desde hace unos años la joya de los valles calchaquíes. En ella, aún hoy, es posible interactuar con una de las comunidades indígenas más puras del país. Trescientos sesenta días de sol. Allí, nunca llueve; es más, hay quienes jamás han visto siquiera llover en serio. En Amaicha del Valle, aseguran sus pobladores, “el sol siempre está”. Este bello poblado, que forma parte de los valles calchaquíes tucumanos, posee uno de los climas más benignos del mundo, con 360 días calendario de sol asegurado para sus visitantes.